EXILIO PSIQUICO - Uruguay

EXILIO PSÍQUICO ▻ "Antiguos y Modernos" ▻ Adelanto #1 de su nuevo disco. ☞ Sobre "ANTIGUOS Y MODERNOS" "Antiguos y modernos" es el primer single del nuevo disco de Exilio Psíquico: "Como un pingüino empetrolado", séptimo de la banda de Maxi Angelieri y Orlando Fernández. Hace 30 años, cuando Exilio Psíquico editaba su disco debut Ipse Dixit, Angelieri y Fernández eran jóvenes que combatían el desamparo de la Generación X con letras irónicas y divertidas, un sonido que escapaba a las modas y una actitud de indie “sin querer queriendo”. Hoy su identidad no cambió, pero el panorama generacional que los rodea sí. En “Antiguos y modernos” Exilio Psíquico compone un himno para esa Generación X que llegó a la mediana edad y ahora observa a su alrededor con humor y desconfianza. Hay una mirada ácida, sí, pero también vulnerabilidad y miedo al tiempo que pasa. A los modernos eso nunca les pasa. Los teclados de Maxi Angelieri y la guitarra de Orlando Fernández abren la canción con su sonido característico pero revigorizado, como si hubiera pasado por un lifting. Los acompañan en esta ocasión Nico Soto en batería y Riki Musso en guitarra (que fue encargado además de mezclar todo el disco). Antiguos o modernos, los Exilio Psíquico no han cambiado en su carrera. Convertidos en una banda de culto involuntaria, siguen haciendo su camino por fuera del mainstream, pero no por deseo o simple pose; todavía están buscando las instrucciones para llegar a él.

☞ Sobre EXILIO PSIQUICO Formada al principio de los años noventa en Montevideo, Exilio Psíquico se convirtió en una de las bandas precursoras del indie rioplatense en momentos en que nadie hablaba de indie. Nació del cruce casual entre el italiano Maximiliano Angelieri y el uruguayo Orlando Fernández, cuya combinación de estilos e intereses musicales, estética teatral y humor ingenioso llamó pronto la atención y los volvió una referencia en el under montevideano. Desde su primer disco, Ipse Dixit (1994), Exilio Psíquico mostró la identidad peculiar que mantendría en toda su carrera, resultado de mezclar melodías circulares, arreglos inusuales para una banda de rock y letras originales que hacían equilibrio entre la amargura y la risa. A lo largo de los años noventa, su formación camaleónica los llevó de ser un dúo a un conjunto de ocho integrantes, entre los que se encontraban referentes de la música popular uruguaya como Popo Romano y Gustavo Etchenique, entre otros, además de la presencia constante de Riki Musso (ex Cuarteto de Nos), ya fuera como integrante o productor artístico de casi todos los discos del grupo. La composición e instrumentación de las canciones de Exilio Psíquico se volvieron más ricas, variadas y complejas en sus álbumes Oi Antropoi (1996), Música cheta (1998) y Sin luz, sin gas, sin teléfono (2002), este último editado en Argentina, país en el que se presentaron en varias oportunidades durante este tiempo. Tras una pausa de varios años en su actividad, Exilio Psíquico comenzó su camino de regreso al circuito musical con Jugando siempre en Segunda División (2004), con una formación de emergencia, y confirmó su vuelta a las bases con Sertralina mon amour (2020), para el que Angelieri y Orlando Fernández sumaron a Andrés Coutinho, Javier Depauli y el siempre infaltable Riki Musso. Ya establecida como banda de culto, la banda se encuentra a punto de sacar su séptimo trabajo discográfico, en el que explotan una vez más su instinto para encontrar estribillos inolvidables y su capacidad para caminar al borde entre la comedia y la tragedia.